Cuando llega el verano, el calor es uno de los principales enemigos, pero gracias al cielo existen sopas frías que son deliciosas, rápidas y, sobre todo, ligeras para realizar. Lo mejor es que puedes prepararlas con anticipación y consumirlas durante un par de días. Son altas en vitaminas y minerales, por lo que la nutrición no será un problema y al ser frías, son atractivas para niños pequeños o adultos mayores.

Así que no lo dilatamos más, deja que te mostremos las mejores recetas ligeras para el verano, pero eso sí, ten presente que la manera ideal de añadir texturas a esto es con picos de pan. De esta forma, le añadirás el elemento crocante que a cualquier sopa fría suele faltarle.

Recetas ligeras para el verano

Gazpacho de sandía

Un plato muy típico de España es el gazpacho y dependiendo de la ubicación geográfica va a variar sus ingredientes. Pero lo más distintivo de este plato es que se puede consumir caliente o frío. Lo que lo hace ideal en meses de calor. Los ingredientes para este gazpacho de sandía son:

• 250 gramos de sandía sin concha y semillas.
• 250 gramos de tomate muy maduro.
• 1 pimiento verde italiano grande.
• 3 dientes de ajo.
• 100 gramos de pan duro.
• Agua en cantidad necesaria.
• Sal y pimiento al gusto.
• 15 mililitros de vinagre.
• 30 mililitros de aceite de oliva, preferiblemente extra virgen.

Vas a cortar todas las verduras y frutas de forma homogénea y los introducirás en la licuadora y vas a licuar hasta conseguir una masa homogénea. Luego, toma el pan duro, remójalo en agua durante unos cinco minutos, luego escúrrelo al máximo y añádelo también a la mezcla de verduras y frutas. Una vez todo este licuado e integrado, añade sal, vinagre, pimienta y aceite a gusto. Luego sirve en un vaso y añádele unos cuántos picos de pan para que la textura sea perfecta.

Ajo blanco con remolacha

Si hay algo que juega un papel increíble a la hora de comer, son los colores. Así que para que una sopa fría sea realmente atractiva, debe tener cuerpo y color. Y pocos alimentos proporcionan tanto color como la remolacha y tanto sabor como el ajo. Así que es ideal para esos días calurosos en los que sólo quieres algo fresco, rápido y delicioso. Sus ingredientes son:

• 200 gramos de almendras totalmente peladas.
• 200 gramos de remolacha pelada y cocida.
• 3 dientes de ajo.
• 45 mililitros de vinagre de vino tinto.
• 1 cucharadita de azúcar.
• ½ litro de agua.
• 60 mililitros de aceite de oliva, preferiblemente extra virgen.
• 100 gramos de queso feta (opcional).
• Hojas de menta (opcional).

Lo que vamos a hacer es tomar las almendras y las licuamos, sí quieres un líquido fino, la cuelas, si no, déjalo tal cual. Luego, pelamos el diente de ajo, añadimos el vinagre, el azúcar y la remolacha y batimos hasta obtener una masa homogénea. Luego, lentamente, añadimos agua hasta obtener la consistencia deseada.  Una vez todo esté listo, vamos a sazonar con aceite, sal y pimienta. Y sí quieres, añades unos cubos de queso feta y una hojita de menta y listo.

Como habrás visto, preparar recetas ligeras para el verano es algo muy sencillo, pero también delicioso y refrescante. Así que dinos ¿cuál de estas recetas harías primero? Y si tienes una sopa fría favorita que no sea ninguna de estas dos ¡dínosla en los comentarios!

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